viernes, 16 de septiembre de 2011

EFICIENCIA E INTENSIDAD ENERGÉTICA

Los países podrán ser más competitivos en la medida en que busquen las fórmulas para aumentar su eficiencia energética. Es decir, en la medida en que los consumos de energía por unidad de producto producido o de servicio prestado sean cada vez menores. Esto es lo que está sucediendo en todos los países desarrollados, y en concreto en el sector tan significativo de la industria.
      No obstante, en los sectores del transporte y el de los edificios, incluyendo los hogares, la situación es diferente, al no aumentar la eficiencia energética como sería deseable.
     Evidentemente, el aumento de la eficiencia energética significa mejorar nuestra calidad de vida, al permitirnos tener el mismo o más bienestar con menor consumo energético. Algunas medidas de eficiencia energética son muy conocidas por ser de “sentido común”, o como diría Descartes: “siguiendo las directrices del buen sentido”, (por ejemplo, apagar la luz cuando no estamos en la habitación).
Todas las medidas de ahorro energético serán bienvenidas para alcanzar ese nivel de calidad de vida que buscamos, respetando nuestro Medio Ambiente.

Breve  análisis estadístico en el ámbito de la energía, consumo y abastecimiento energético:
 
1.- Cada vez consumimos más energía: al ritmo actual sólo tardaremos 35 años en duplicar el consumo mundial de energía y menos de 55 años en triplicarlo.

2.- Los sectores de la vivienda y el transporte han sido los que más han incrementado su consumo en los últimos años. El consumo de energía por las familias españolas es ya un 30% del consumo total de energía del país.

3.- España tiene una dependencia energética del exterior del 82% (por encima de la media europea, que es del 50%). En el caso del petróleo la dependencia es prácticamente total.

4.- La principal fuente de energía para el consumo energético en España y en las familias españolas es el petróleo y sus derivados (gasolina, gasóleo, butano y propano).

5.- Las energías renovables no se agotan cuando las consumimos ya que se renuevan de forma natural. Además, tienen un impacto ambiental prácticamente nulo.



                                                            Francisco Carballo Prieto

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